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viernes, 29 de noviembre de 2013

La Estatua de la Libertad

                      La Estatua de la Libertad

Fue en 1865 cuando surgió la idea de que el pueblo de Francia hiciera un obsequio al de Estados Unidos: se trató de una estatua “La Libertad iluminando al mundo” fue su título oficial, que conmemoraba el Centenario de la independencia de ese país y sería un símbolo duradero de amistad e ideales compartidos entre ambas naciones.

La estatua de la Libertad se yergue a 93 m sobre las aguas del puerto de Nueva York, donde según palabras de quien la creó, “la gente ve por primera vez el Nuevo Mundo”. Es la estatua de metal más grande del orbe, y fue transportada a Estados Unidos a través del Atlántico después de más de 15 años de construcción en un taller de París.  Los delicados pliegues de la túnica de la estatua no dan ni el menor indicio del enorme armazón que la sostiene. Se puede ascender por una escalera en espiral de 171 peldaños hasta un mirador oculto en el borde de la corona para disfrutar de una espectacular vista de la ciudad y el océano.

Cada ojo de la estatua es del largo de un brazo humano, su nariz mide 1.4 m de longitud y su dedo índice 2.4 m; se levanta sobre un pedestal y una base de casi la misma altura que ella (46 m), y mide 10.5 m de cintura.

Construcción de la Estatua

La majestuosa estatua fue construida hace más de un siglo, y fue el producto de la combinación del talento artístico del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, con las innovadoras técnicas del ingeniero Gustave Eiffel, que posteriormente construyó la famosa torre que lleva su apellido. 

Para construir la estatua tuvieron que repujarse a mano unas 300 láminas de cobre, que fueron sostenidas con puntales provisionales para evitar que se doblaran, y más tarde unidas con remaches hasta dar forma a todas las partes.En el taller de París, las gigantescas secciones de la estatua fueron creadas una por
una. 

Inspirándose en el legendario Coloso de Rodas —gigantesca estatua de bronce del dios griego del sol, Helios, que se erguía a la entrada del puerto de Rodas en el siglo IV, Bartholdi diseñó y construyó un modelo lo bastante fuerte para soportar los embates del tiempo y la intemperie, pero a la vez ligera para ser embarcada.La solución fue hacer hueca la estatua: una cobertura sobre un armazón interior, la misma técnica usada para construir el Coloso de Rodas. Pero en tanto que éste tenía un revestimiento de bronce fundido, Bartholdi decidió usar delgadas láminas de cobre, material ligero y algo flexible. Para ello usó el método del repujado, que consiste en dar forma al metal martillándolo sobre moldes de madera esculpidos. 

Bartholdi cortó en secciones su modelo maestro, e hizo miles de mediciones cuidadosas antes de modelar en yeso una réplica de tamaño real de cada sección. Se labraron entonces moldes de madera exactamente iguales a las réplicas y con ellos se repujaron 300 láminas de cobre. 
Mientras tanto, Eiffel trabajaba en el armazón interior de la estatua, que sería la estructura de hierro más alta construida hasta ese tiempo.

Para reducir al mínimo el contacto potencialmente corrosivo entre el cobre y el hierro, las láminas del revestimiento cuelgan sobre este esqueleto mediante soportes de cobre protegidos con un material aislante. 

La estatua costó 400.000 dólares al pueblo francés, y como la afluencia de fondos fue esporádica, el trabajo avanzó en etapas. El poderoso brazo que sostiene la antorcha de La Estatua de la Libertad quedó terminado a tiempo para celebrar el Centenario de la independencia de Estados Unidos, en 1876, pero la estatua no quedó concluida sino hasta junio de 1884, casi 20 años después de que fue planeada. Se irguió triunfante sobre las calles de París y fue presentada al embajador estadounidense en Francia el 4 de julio de ese año.

Seis meses después la estatua fue desmantelada y empacada —con cada una de sus secciones numeradas— en unas 200 cajas enormes, y llevada a su destino por el carguero francés Isére.

UN REMOZAMIENTO QUE COSTO 69 MILLONES DE DOLARES 

A principios de la década de 1980 se hizo un examen exhaustivo de la estatua de la Libertad y resultó que estaba desintegrándose. Más de un siglo de exposición a la intemperie y la condensación del aliento de millones de visitantes que subían por su interior causaron una grave corrosión. La estatua siempre tuvo filtraciones, y en años recientes algunos remaches del revestimiento de cobre cedieron, lo que hizo que se filtrara más humedad. Se había desgastado casi todo el aislamiento original de asbesto colocado entre las láminas de cobre y el armazón de hierro, y casi la mitad de la armadura estaba oxidada (había que sustituir 1 800 barras). La antorcha estaba en peligro de caer, así que había que reforzarla. 

Fue necesario conjuntar la pericia tecnológica y los recursos económicos de ambos lados del Atlántico para iniciar la restauración, que duró tres años y medio. Los franceses comenzaron la campaña de recaudación de fondos y enviaron arquitectos y artesanos expertos a Nueva York.

La estatua fue encerrada en el que quizá era el más grande andamiaje jamás visto, erigido con ayuda de computadoras. Los artesanos franceses reconstruyeron la antorcha de acuerdo con el diseño original de Bartholdi usando la técnica del repujado, y recubrieron la llama con chapa de oro para que brillara al ser encendida. El andamiaje erigido para efectuar la restauración era más alto que la propia estatua 
(casi 93 m). 

El remozamiento de las láminas de cobre empezó por cambiar los remaches y reponer los faltantes. Con el paso del tiempo las láminas habían perdido su color original y formado una pátina verde, la cual tuvo que dejarse al limpiar la estatua pues forma una cubierta protectora contra la corrosión. Se hicieron copias fieles de las barras oxidadas de la armadura con acero inoxidable, que no reacciona en forma corrosiva con el cobre como el hierro. Este trabajo fue realizado sección por sección, pues no se podían reemplazar más de 12 barras cada 24 horas. Para evitar el contacto entre éstas y las láminas de cobre, se separaron con capas protectoras de cinta de teflón encerada. 

En 1985 se hizo una nueva llama de cobre para la antorcha con delgadas hojas de chapa de oro de 24 quilates. Además de ser inoxidable, este material tiene un hermoso brillo dorado. 

Detalles de Interés

Para el rostro de la diosa que sostiene una antorcha, el escultor eligió como modelo a su madre. Los siete rayos de la corona de la estatua representan los continentes del mundo anglosajón y los siete océanos.

En 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es uno de los monumentos más reconocidos de Estados Unidos de Norteamérica.

La estatua se representa sosteniendo una antorcha con la mano derecha y una tabla en la izquierda. La tabla muestra la inscripción JULY IV MDCCLXXVI(4 de Julio de 1776), el día de la Declaración de la Independencia Estadounidense. Uno de sus pies está pisando unas cadenas, y simboliza la libertad. La Estatua de la Libertad se ha convertido en un símbolo universal de Libertad y Democracia.

La Estatua de la Libertad esta situada en la isla de la Libertad muy próxima a la isla de  Ellis famosa porque se convirtió en la principal aduana de la ciudad. Todo emigrante  que llegara a EEUU tenía que pasar por esta isla. Entre 1892 y 1954 aproximadamente  12 millones de pasajeros, que llegaron a los Estados Unidos a través del puerto de Nueva York, fueron inspeccionados allí, tanto legal como médicamente

Pocos monumentos en el mundo dicen tanto como la Estatua de la Libertad. La libertad de por sí es algo que muchas personas en el presente tomamos por dada, pero no ha sido siempre así, aun en el mundo en que vivimos hay muchas personas que desean poder decir lo que sienten sin tener que sufrir represión del estado. La Estatua de la Libertad representa eso, la libertad y respeto al derecho de cada persona. También es la bienvenida a un nuevo día, a una nueva vida, a la ilusión de poder soñar con un mejor mañana. Su antorcha es la luz de los pobres, de los rechazados, que una vez llegaron a tierras nuevas y con esa ilusión y su sudor hicieron una gran nación.

En el interior de la base y la estatua hay escaleras y un elevador. Cuando se permite subir, se puede llegar hasta la parte superior de la estatua, a la corona en la cabeza. El cierre temporal del interior de la Estatua de la Libertad tras el 11-S ha convertido a ese emblema de Nueva York en un "símbolo del miedo" cuando fue concebida como un "símbolo de la libertad". Casi tres años después, la Estatua de la Libertad, abrió sus puertas al público, aunque de forma limitada, tras haber permanecido cerrada desde los atentados del 11-S por miedo a nuevos ataques. Hasta casi hoy, los turistas podían penetrar de nuevo en el pedestal y subir hasta el piso 16, que es el último del pedestal del monumento, desde el cual se puede ver el interior de la estatua a través de un techo de cristal pero no pueden subir a la corona como antes y además deben de pasar por rigurosos controles de seguridad. El 23 de enero de 2009, Ken Salazar, Secretario del Interior bajo la presidendia de Barack Obama, declaró que estaba considerando la reapertura del acceso a la corona de la Estatua a los turistas, y el 8 de mayo Salazar anunció en una entrevista en un programa televisivo que la corona se volvería a abrir al público el 4 de julio de 2009. Finalmente el interior de la estatua y el acceso a la corona se reabrieron al público el día anunciado, aunque por motivos de seguridad el acceso quedará restringido a un máximo de 240 turistas al día en grupos de un máximo de 10 personas de cada vez.










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